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Fomentar los encuentros como
función fundamental del equipamiento.
Uno de los mayores retos es asegurar y desarrollar los conocimientos en la empresa. Un error muy
frecuente es pensar que la gestión del conocimiento se soluciona con una buena gestión de datos.
Naturalmente la documentación y la disponibilidad de información son requisitos importantes para
describir y comprender procesos. No obstante, los bancos de datos de las empresas sólo contienen
información.
Los propios conocimientos se encuentran en la cabeza de los empleados
y como ex
periencia sólo pueden convertirse de forma limitada en información. Por ello, compartir conocimientos
significa sobre todo dialogar, lo cual sólo es posible mediante procesos comunicativos. La máxima den
sidad, la mayor credibilidad y la participación más intensiva se obtienen en los encuentros personales.
Se trata, pués, de preguntarse dónde y cómo las personas pueden citarse y encontrarse en el edificio,
quienes deben cruzarse en su camino con mayor frecuencia y
cómo se puede influir en los encuen
tros fortuitos de intercambio de ideas y conocimientos.
Un papel fundamental desempeña la ubi
cación de las zonas de tránsito y acceso, la motivación que atrae a las personas a un determinado lugar
y la calidad de la estancia para permanecer en un lugar durante cierto tiempo. Aquí la atención debe
centrarse tanto en el individuo como en las relaciones sociales. Los encuentros fortuitos tienen lugar en
áreas “semipúblicas” entre el puesto de trabajo y la sala de proyectos, conferencias o de formación.
Términos frecuentemente utilizados en la planificación urbanística como “Office City”, “Office Village”
o “Break-out-areas” hablan de las cualidades sociales de esta planificación “entre áreas”. En zonas de
entrada, puestos de catering, áreas para la lectura o zonas de descanso y ocio se pueden fomentar los
encuentros y el intercambio de información.
Su diversidad funcional y creativa
– desde sofás o mesas
altas hasta objetos móviles interactivos – no sólo sirve para aumentar el bienestar personal sino que es
una función básica de la red interna de los conocimientos.
A la arquitectura también se la denomina “área de posibilidades”, la cual puede fomentar, posibilitar
o incluso impedir las interacciones sociales en función de su diseño. Vistas bajo la perspectiva de los
conocimientos, estas cualidades de los edificios de oficinas son, junto con la cuestión de la ubicación, un
aspecto sumamente importante. A fin de cuentas se trata del rendimiento económico y la viabilidad
futura de la empresa. Por tanto, merece la pena
una planificación cuidadosa de la comunicación
informal e invertir en soluciones de calidad.